1. Sabor Fresa y Nata.
Conocí a los protagonistas de esta trilogía allá por el 2004, cuando encontré una pequeña película a la venta en el kiosco de mi barrio de toda la vida. Se trataba de Zombies Party. Como no estaba muy seguro de qué podría encontrarme en un DVD vendido en una paraeta de gominolas y revistas, decidí compartir el visionado con mi grupo de amigo de entonces: mi mejor amigo ever, Carlos; otro de mis grandes apoyos durante la pre-adolescencia, Javu y mi primo Toni, el más joven de la panda y el hermano pequeño de todos. Si la habéis visto como tiene que ser podréis adivinar lo flipante que fue esa tarde para mí: amigos, peli, papas y una buena dosis de Pepsi (nuestra cerveza de aquel entonces) y si no la habéis visto, dejad de leer porque no entenderéis apenas nada de lo escrito por aquí: dos amigos deciden acabar con el apocalipsis zombie que se ha desatado en la ciudad, justo el día en que uno de ellos se había envalentonado a agarrar la vida por los cuernos.
Me sentí muy identificado con el dúo protagonista, aunque no de la misma forma con la verdadera historia que nos cuenta: que es en realidad superar el miedo a avanzar, a tus relaciones; por aquel entonces sólo vi como uno de ellos tenía que cargar a todos lados con su otro amigo. Perezoso, sin ganas de salir y siempre metido en casa, se trataba de un perfil muy similar al Carlos de aquel entonces. Y yo era Shaun, siempre defendiéndolo de los que lo criticaban y arrastrándolo conmigo a todas partes. La relación entre Carlos y yo la tengo muy bien guardada dentro de mí, como saben los que me conocen. Y sin duda, ha sido un gran acompañante toda mi vida.
Fueron unos grandes tiempos; y no cambiaría nada del mundo por recuperar noches como aquella. Zombies Party fue mi película favorita por mucho tiempo, título que hoy en día sigue compartiendo con alguna más. Y ahora mismo tengo en mi estantería un DVD ralladísimo que no puedo volver a ver, por las vueltas que ha dado ya en mi reproductor.
2. Sabor Vainilla y Chocolate.
Algunos años más tarde, mi vida cambió mucho. La relación que tenía con mi amigo Javu la dejé que se enfriara, el pequeño Toni se hacía mayor y Carlos se marchó a otra ciudad a vivir. Sin duda, todavía recuerdo esa temporada como algo muy malo, y no me gusta volver a mirar hacia esos días. Aunque también empecé la universidad y encontré nuevos amigos con los que podría contar a partir de entonces. Durante este tiempo apareció la segunda parte de la trilogía que nos ocupa, Arma Fatal (2007), donde un policía de ciudad llega cascarrabieando a un pueblucho donde no sucede absolutamente nada (o eso parece), allí, muy a su pesar consigue conectar con un simpático agente de policía. De nuevo, otra divertidísima cinta donde parodiaban el cine de policías, al igual que hacía su antecesora con las películas de zombis.
Como no podía ser de otra manera, una historia escondida fluye durante toda la película. Es una película sobre la amistad, tal y como yo la siento: de como dos personas pueden empezar a necesitarse de una forma muy peculiar. Ni hablo de amor ni de nada. Hablo de la amistad verdadera, que tantas veces se suele denostar a la pobre. Me afectó mucho esa película, mi mejor amigo Carlos acababa de marcharse y yo tenía que enfrentarme sólo a un mundo totalmente desconocido para mí. Yo, que nunca había salido de casa sin haber meado antes, por si acaso. Y aunque tocado, conseguí salir adelante ya que, por suerte, pude contar con otros grandes colegas que me acompañaron durante un buen trecho en todo este camino. Otro de mis pilares principales apareció en mi vida, Jorge, con quien compartí esta película. Y pude comprobar cómo dos amigos pueden llegar a coincidir en tantas cosas y en tantas tonterías sin haberse visto nunca antes. Días, tardes, noches y clases divertidísimas sucedieron en toda esta época, que también añoro con un cariño realmente especial.
Este DVD, por cierto, también anda bastante rallado.
Bienvenidos al Fin del Mundo (2013) es una película que pasa a ser épica desde ya. Se trata, cómo no, de una cinta homenaje, y esta vez se dirigen hacia el cine de los 60-70 sobre invasiones alienígenas y demás excusas McCarthystas. Pero pasa como todas, y pasa de ser una mera comedia estúpida a lo Scary Movie para tener una historia por la que valer por sí misma. Una comedia brutal donde no te da tiempo a aburrirte en ningún momento. Llena de joyas, emociones y mucho mucho humor, con un gran argumento principal que te guía por toda la película y también con varias referencias frikis. En esta nueva entrega, nos vuelve a hablar sobre la amistad, pero desde otro punto de vista.
Que llegue ahora esta cinta, justo en este preciso momento de mi vida, es cuanto menos, curioso.
La historia en sí nos habla de lo difícil que nos resulta avanzar en la vida a algunos, o madurar, como se dice normalmente. Nos cuenta la vida de un grupo de amigos, que tuvieron sus noches y sus experiencias; pero ya han crecido, han madurado y han continuado sus vidas. Pero hay uno de ellos que no. Hay un miembro de la panda que no ha sabido o no ha querido evolucionar. Que sigue pensando en sus amigos tal y como eran antes. Y que quiere volver a unirlos a toda costa, por que lo necesita.
Justo este fin de semana, estrenan esta tercera película de la que hablo. Justo hoy, he decidido ir a verla con mi chica. Justo ayer, tuvimos una tranquila cena de amigos de la infancia. Justo dentro de poco volveré a quedar con Jorge, que marchó hace tiempo hacia tierras extranjeras.
Mi vida, para poneros en detalle, es más o menos así. La mayoría de mis amigos tanto los de la infancia como los últimos, han madurado y han avanzado en la vida. Es normal joder, es una regla muy común. Y no nos engañemos, que yo también he madurado y he avanzado, pero si soy sincero, me encantaría volver atrás poder revivir todas esas sensaciones. Ahora mismo me encuentro un poco huérfano de amigos AMIGOS, de esos de verdad. Tengo muchos amigos, y también muchos colegas, y no puedo quejarme. También tengo una novia maravillosa con la que no puedo estar más a gusto, así que lo repito: realmente, no puedo quejarme. Sin embargo, me hallo sin esa persona con la que poder compartir todo lo que se cuece dentro de mi cabeza, no tengo a nadie con quien poder desahogarme. O poder, simple y llanamente, pasar una noche tranquila en plan amigos, hablando de tonterías.
Por eso mismo, esta trilogía ha pasado a formar una parte importante de mi vida. Y son pocas las películas que realmente llegan a tocarte. También me sirve para repensar un poco las cosas, y empezar a cambiar mi cabecita. Quizás no es tanta la importancia que le debería de dar a los amigos, y quizás me equivoqué cuando nada más conocer a la que sería mi novia le advertí que mis amigos llevaban más tiempo a mi lado que ella, y que debería respetar mis momentos junto a mis amigos. Que para mí eran sagrados.
Quizás debería pensar en eso que llaman madurar.