La mayoría de los habitantes del pueblo eran primos, tíos o sobrinos, por lo que todos sabían lo que hacía cada cual, especialmente aquel que llegara con aureola de escritor consagrado y ahora tan solo era el borrachín más famoso de la comarca.
- ¡Ese no es tu problema, mentecata! -le espetó el colombiano sin el menor reparo-. ¡Ponme con ella!
El mar en llamas
de Alberto Vázquez-Figueroa
de Alberto Vázquez-Figueroa
Gran libro que recomiendo, y que espero, os haya animado a leer :)
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