Críticas. Amaral: Hacia lo salvaje.

/ miércoles, noviembre 02, 2011 /
Bueno, volvemos a la faena junto a una gran banda sonora. Últimamente estoy haciéndome mayor más rápido de lo normal y estoy bajando de peso un poco más lento que de costumbre. He cambiado mis canciones house o pop (que todavía están, oyes) por algo un poco más rockero.
Quizás ha sido el cambio de aires que he pegado -ahora que comparto mis horas laborales en otro lugar- o tal vez ha sido mi chica que poco a poco me ha pegado el gusanillo de la música española. Y eso que la música que escuchamos ella y yo no puede ser más diferente.
A la marcha, mi banda sonora de estos días están siendo Sidonie, La Bien Querida, Iván Ferrerio, Coldplay y a quien tenemos hoy entre manos: Amaral.
Amaral fue un grupo que siempre me gustó, incluso cuando no escuchaba nada de música en español ellos ya me gustaban, ya que nunca han sonado igual que el resto de radiofórmulas que escuchaban mis amigotes.
Sin embargo, con éste último LP se han salido.
Mi modus operandi ha sido siempre igual. Me bajo discos -como todo el mundo- y si realmente veo que merecen la pena me hago con ellos. Unas veces será por la música y otras por lo cuidado que está todo. Entre mis manos tenía Sidonie: El fluido García o el ganador de hoy.
Sólo por canciones tan bonitas como Antártida o Si las calles pudieran hablar ya merece la pena comprarlo, pero lo que más me ha hecho escogerlo entre toda la estantería de Fnac ha sido que ellos mismos se han agarrado a sus machos y han tirado pa´lante ellos solitos.
Han montado su discográfica. Han sacado un peaso disco. Han reventado listas de ventas. Chapeau.
Otras canciones como Olvido o Como un martillo en la pared también son dignísimas de escuchar, pero sin duda mi favorita es Hoy es el principio del final, y aún no sé por que, ciertamente.

En definitiva, han vuelto. Han vuelto con más ganas y con más guitarras que nunca, y eso se ha de agradecer, cuando parece que ahora mismo sólo suenan sintetizadores y melodías melosas que intentan sacar un ritmo discotequero para petarlo y yastá.


Otro tema ha destacar es la gran y numerosa edición que han sacado del disco. Tenemos una edición normalica, su cedé y su librito; otra algo más parecida a un deuvedé con un libro de extras, y -creo- que dos discos; y la edición vinilo que es con la que me he hecho. Vinilo + cedé + descarga. Yo me imaginaba que vendría con algo más, o con al menos el librito de la edición anterior, pero nada de nada. Traen un vinilo con un soporte extremadamente bonito (al menos para diseñadores) y con un interior cuidado y precioso. Sólo me ha fallado la versión cedé, que se entrega en un plastiquete de esos de los chinos con un papel. He llegado a pensar que el cedé de dentro sería Verbatim. De verdad.
Aún así, la versión vinilo merece mucho la pena. Así que, con su permiso, ando a escucharlo. :)

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