The Great Spanish Crash

/ viernes, diciembre 28, 2012 /
Recomendadísimo especial de la BBC donde hablan del por qué del crash español, a banda de otros temas que también tocan muy suavemente.
Al igual que en el tema de las películas de la guerra civil, tienen que venir de fuera para mostrarnos qué paso de verdad.

Crítica El Hobbit

/ jueves, diciembre 20, 2012 /
Ha llovido mucho desde la saga de El Señor de los Anillos, casi el mismo tiempo desde la última vez que la vi. Me considero un friki importante, aunque muy alejado de esos followers que enseñan en Clerks. Creo que todo el mundo sabe que ESDLA es un must see, como si hubieras vivido en el siglo 0 y hubieras estado comiendo pipas en lugar de asistir al gran tema de aquel momento. Y es que creo que es imprescindible, o para mí ha sido así, comparar El Hobbit con El Señor de los Anillos. Igual ha sido ese mi error, ya que la peli me ha dejado bastante frío.



Personalmente y muy al contrario de todos, mi parte favorita de ESDLA es la La Comunidad del Anillo, donde se dedican sólo a andar y a meternos en la historia. A lo mejor me pilló en otra época donde era más inocente y me creía todo lo mágico, pero maldita sea, me metí de lleno en ese mundo y me creí un hobbit más de la comarca: así bajito y regordete, pero sin pelos en los pies. Y esta vez no ha sido así.
No os enfadéis tanto conmigo, la peli es otro must see. Hay que verla sí o sí. Vuelve a tener esa atmósfera tan mágica y esos paisajes que sólo Jackson sabe captar. Lo que falla es, sin duda, la historia. El problema es que han estirado hasta la saciedad el pequeño libro que acompaña a mi colección Tolkien, junto a los apéndices y al diccionario élfico. Además descubriendo un poco más sobre este rodaje, leo que también se han incluído en la historia algunos apéndices que acompañan, descubren y nos dejan ver un poco más de toda la selva que es La Tierra Media. Y lo peor es que se notan mucho todos esos aditivos, paralizando la historia principal, que avanza muy a trompicones con badenes de aburrimiento extremo donde ni se avanza ni se cuenta nada interesante.
Vuelvo al tema de comparar esta película con sus hermanas mayores. Y es que no ha sido problema mío, la película se encarga de repetirnos una y otra vez que estás viendo una peli sobre esta saga. Te colocan personajes que no aparecen en el libro original y muchos planos o historias que retocan para relacionarla. A ver, que Galadriel no molesta para nada en pantalla y mucho menos el maestro Christopher Lee, pero molestaría mucho menos si la película avanzara más rápido.
Otro aspecto importante que es una sensación que tuve nada más salir del cine es que hay un tufillo enorme a haber hecho la película deprisa y corriendo. Muy a pesar de todos hay escenas donde se nota de una forma descomunal los efectos especiales. Léase orcos, por ejemplo. Pero también hay escenas muy bien cuidadas. Me viene a la cabeza el gran detalle que tenían los trolls y en la otra mano tenemos al Rey de la Montaña, donde no te crees nada de él. Es el personaje que más destaca, en términos negativos. Y es que todo él parece un dibujo animado, hasta su actitud o sus frases, no sé. Si con ESDLA se tomaron todo el tiempo del mundo para retocarla y darle el mimo que se merecía, aquí se nota la mano negra de Hollywood de meter prisa a todo (la misma responsable de hacer 3 partes de un solo libro)
Aún así, hay que destacar varias cosas de El Hobbit. Sobre todo su carismático personaje: Martin Freeman, al que siempre le he tenido un afecto muy especial, y más aún desde que es el mejor Watson hasta la fecha. Por supuesto, el otro Oscar es para Gollum, que siempre está espectacularmente creíble. Ambos sustentan TODA la película, mucho mejor que Frodo en las primeras (que no lo hace nada pero nada mal) y que tienen las mejores escenas. Por no hablar de la que comparten, que es sin duda LA escena. Las batallas y las otras tomas de acción es otro punto favorito que ha hecho que no sepa a estas alturas si me ha gustado la película mucho o poco. El prólogo de los enanos, la escena dentro de las montañas... son ejemplo de algunas escenas que me han gustado mucho y mira tú por donde son las que mejor CGI tienen, donde más han pulido los detalles.

En definitiva es una película que hay que ver, pero creo que hay olvidarse un poco de las otras partes. O al menos hay que intentarlo, ya que frente a El Señor de los Anillos El Hobbit pierde la partida de forma estrepitosa.
/ viernes, diciembre 07, 2012 /

“Ya conocen las noticias. Ahora, les contaremos la verdad”. Así arranca el Gran Wyoming cada día en El Intermedio, un programa que analiza la actualidad desde un punto de vista ácido, cínico y contundente.
‘El Intermedio’ está  batiendo récords de audiencia, y subiendo, ¿a qué cree que se debe?Creo que es una mezcla de varias cosas: la cosecha de un trabajo de mucho tiempo, el descontento social y que la gente busca programas de contenidos que le den cierta credibilidad. Damos por hecho cosas que no son admisibles en una democracia. La maniobra del Gobierno con la televisión pública es algo que en Europa no se consiente: todos los que no son ‘adictos’ al Gobierno, a la calle. No existen espacios críticos en toda la televisión pública, es ridículo. Por eso los programas críticos se convierten en referencia. Debería haber veinte comoEl Intermedio.
¿No los hay por miedo, quizás?No, por orden de la autoridad competente. La gente no tiene miedo, la echan a la calle. El problema es el desprecio: lejos de felicitarles por haber multiplicado la audiencia, no tuvieron la deferencia de avisarles de que se iban a quedar sin trabajo, simplemente no les renovaron el contrato. Así es el autoritarismo, el despotismo, sin más. Y el 80% de la gente que echaron a la calle de Radio Nacional era de centro, trabajaba para los ciudadanos. Es lo mismo que ocurre en Telemadrid: llevamos años y años pagando el órgano de propaganda de un partido, o más bien, de una señora. Es horrible. 
¿Y qué ocurre con las cadenas privadas?Ocurre que la libertad de información no es real, ni la libertad de expresión, que significa que uno puede dar su opinión sin consecuencias. Y en España las tiene, y muy duras, eso es una vergüenza. Por eso tampoco tenemos una democracia real.
¿Le anima ver que la gente le está respaldado con la audiencia?Totalmente, me alegro por el equipo y por el programa, donde solo soy el presentador, no decido sobre los contenidos ni sobre los guiones. Pero también me alegro porque se crea una relación afectiva con la audiencia muy importante. Estos programas con contenido son más difíciles de instaurar en la parrilla, pero una vez que se han posicionado siguen creciendo.
¿No tiene ningún peso en los guiones?
Yo suscribo la línea editorial, eso sí, parece un programa hecho a mi medida, y la gente lo identifica mucho conmigo, pero en realidad solo soy el presentador. Pero nos entendemos, y a veces discutimos cosas.
¿Por qué siente ese impulso de luchar contra la injusticia?Este es un país que me duele, como decía Unamuno. Haber llegado a esta situación es algo premeditado y estratégico. La democracia está totalmente deteriorada, se está hundiendo desde arriba, con un latrocinio generalizado. El mapa de corrupción de España es absolutamente impresentable. Todas las comunidades de España tienen problemas de corrupción y los municipios se cuentan por cientos y cientos. Cuando se habla de la imagen de España, diciendo que las manifestaciones y las huelgas hacen daño… No sé si es que el cinismo ya no les cabe: un hecho que yo constato cada vez que salgo de este país, es que este es un país de mangantes.
¿Cómo se podría solucionar?
Aquí la justicia tiene que echarnos una mano a la ciudadanía, tiene que poner orden. No es de recibo que una red como el caso Gürtel, en el que hay decenas de miles de folios de fechorías, lo único que se haya saldado es con la expulsión de la carrera judicial de la persona que ha investigado esa trama. Pasamos por alto muchas cosas. Somos el único país en el que los partidos se financian ilegalmente. Yo por supuesto me indigno y siempre que tengamos una ventana para contarlo, lo vamos a contar. 
Hay gente que piensa que es un radical de extrema izquierda. ¿Lo es?Sí, mucha gente lo dice, pero lo cierto es que cuando hablo ni siquiera digo lo que pienso; lo que pienso es muchísimo peor. Lo que digo es la sensatez pura y dura. Esto es lo que pensaría cualquier hombre de derechas en cualquier país centroeuropeo. Nos comparan con Alemania, cuando en Alemania han quitado al ministro de Defensa porque copió en la Universidad. Y con el caso Bankia no va a pasar nada, con todo lo que han falseado sus cuentas. Esta es la desgracia de nuestro país, que vamos a estar pagando durante muchísimo tiempo. Eso de que hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades es una mierda, el problema es lo que han robado los de arriba. El liberalismo económico es una auténtica estafa: cuando se eliminaron los controles del mercado financiero hace unos años, comenzó una gran estafa que ha hundido a muchísimos estados, entre otros España. Han dejado el paso abierto para que todo el que quiera robar lo haga con impunidad.
¿Siente la responsabilidad de denunciar todas estas cosas?
Nosotros damos un repaso a los medios y hacemos una visión crítica de cómo se cuentan las cosas. Y realmente es alucinante cómo existe un coliseo mediático, de trama de información, para ocultar lo que está ocurriendo y para dar la razón a los que están robando. Esto lo tiene que decir alguien, ojalá otros medios también lo dijeran. Mira lo que ha pasado con la sanidad. Los médicos no van a consentir que una serie de señores, entre ellos el marido de la señora Cospedal, se lucren con este cambio en la sanidad, y con su trabajo. Cualquier trasplante de médula en Estados Unidos vale dos millones de euros. Aquí son gratuitos.
¿Se siente en una isla ideológica en La Sexta, con total libertad para decir lo que piensa?
Sí, es una isla ideológica dentro de los medios, pero no en la sociedad, porque la mayoría de la gente piensa como nosotros, lo que pasa es que la masacran cuando sale a la calle a defenderlas. Se está desvirtuando todo. Te pondré un ejemplo: ahora están estudiando privatizar el metro de Madrid. ¿Alguien se imagina que El Corte Ingles nombrara a un administrador, y este vendiera la empresa a un amigo?  Pues eso es lo que están haciendo con nuestro patrimonio. Los túneles del metro los hemos pagado los ciudadanos; las vías, los alicatados, los vagones, las taquillas, todo. Y lo siguiente es el Canal de Isabel II. No hay derecho a que, porque uno tenga mayoría absoluta, coja ese patrimonio, que es nuestro, y se lo venda a un colega. Telefónica, que era la primera empresa de este país en facturación, se vendió al señor Villalonga, compañero de pupitre de Aznar; Repsol se vendió al señor Cortina, íntimo de Aznar; Argentaria, a otro íntimo de Aznar, Francisco González… ¿Dónde está aquel dinero? Ya se gastó hace mucho. ¿Qué beneficios ha traído para los ciudadanos? Ninguno. ¿Cómo nos vendría que tuviéramos ahora una red de teléfonos pública para pagar pensiones y tapar agujeros? ¿Ha aumentado la competencia y han bajado los precios de la gasolina, como nos prometieron, por haber vendido Repsol? Es mentira, están condenados sistemáticamente por el tribunal de la competencia por ponerse de acuerdo para subir los precios. 
¿Dentro del programa tienen alguna clase de cortapisas?No, no, jamás nos han dicho nada, pero es que por desgracia este es un país que da muchísimo juego. Todos los días nos sobra contenido. Es triste, pero es verdad. Me estoy acordando de una: el primer moroso en impagos de comunidad de vecinos es la banca, todos los pisos que desahucian no pagan comunidad de vecinos. Y saben que como jurídicamente reclamarles implica un proceso muy largo… ¿Cómo van a exigir el pago de nada, si son los primeros que no pagan? Así vivimos.
¿Cree que da más juego un partido conservador en el poder o da igual quién esté en el Gobierno?
No, no da igual. No tiene nada que ver, además esta derecha se diferencia de otras derechas democráticas de Europa por su especial crueldad. No vienen de la socialdemocracia ni de la democracia cristiana, vienen del fascismo que tuvimos aquí durante 40 años. Poner el poder en sus manos ha sido un auténtico suicidio, pero eso es lo que la gente ha decidido… Algún día saldremos de la crisis, por supuesto, pero ¿qué va a haber aquí detrás de la crisis? Lo malo no es la crisis sino lo que van a dejar con la excusa de la crisis. La diferencia con otros años de crisis que he vivido es que antes los pobres eran los que no tenían trabajo, ahora son pobres hasta los que están trabajando, y no llegan a fin de mes. Nos estamos convirtiendo en un país del tercer mundo, laboralmente hablando, muy goloso para las multinacionales.
Le han llovido muchas críticas, ¿cuál es la que más le ha dolido?
Bueno, muchas críticas y alguna que otra campaña. Sí, se paga un precio: hace unos días se dijo que Hacienda me reclama 910.000 euros. Es totalmente falso y esa campaña incluso está mal hecha, porque me ponen al lado de Jiménez Losantos, como queriendo decir: “que conste que no es una campaña personal, por la ideología”. Si Losantos tiene problemas con Hacienda lo desconozco, en mi caso no es cierto.
¿De dónde ha salido esta noticia?No lo sé. Hace dos años tuve que pagar un dinero, y lo pagué. No es noticia, ni viene a cuento, y menos esa cantidad, que es un disparate. A mí no me han mandado ninguna carta. Es más: soy yo el que tiene un recurso puesto a Hacienda porque me hicieron mal las cuentas, desde nuestro punto de vista. Pero eso sale en un diario digital y todos le citan, se montan tertulias, y eso se queda en Internet para siempre.
¿Cree que es una represalia directa?Desde luego no es una noticia.
¿Vive con el miedo a las represalias o las amenazas?No, pero a veces es complicado.
¿Teme que le lleguen a cerrar el programa?Espero que eso no ocurra, porque a fin de cuentas lo que hacemos esta dentro de la legalidad, pero no puedes vivir con ese temor.
¿El hecho de mostrar las cosas como son puede llegar a suponer un peligro para la gente en el poder?
No, la gente en el poder goza de una impunidad total porque hay un sector de la ciudadanía que les ampara.
¿Se ha planteado alguna vez marcharse a otro país?No me lo planteo porque tengo hijos; si no, es muy probable. Puede que antes España fuera el mejor país para vivir, ahora es el mejor país del que marcharse. Hay cosas que se me hacen absolutamente insoportables, como que suba el voto de los partidos corruptos en los municipios donde ha habido corrupción. Ya no echo la culpa a los gobernantes, sino a los que los sustentan.
Una de las señas de identidad del programa son las acompañantes femeninas, ¿es usted quien las escoge?No, yo no escojo nada. Los colaboradores, tanto femeninos como masculinos, son una suerte que me han tocado. Hay una persona que se llama Miguel Sánchez-Romero que es el que hace todo en ese programa.
Mucha gente sabe que es músico pero pocos que fue médico. ¿Cómo ha llegado hasta aquí?
Es muy sencillo: yo no dejé la medicina, fue la Medicina la que me dejó a mí. Trabajé un poco como médico, pero había mucho paro entre los médicos y me salió trabajo como artista. 
¿Qué le aporta la música en su vida?Lo que más satisfacción me da en la vida es tocar en los bares
Es un desahogo, mi alimento espiritual y vital. Aparte de la televisión, lo que más satisfacción me da en la vida es tocar en los bares. El hecho de llegar a mi casa y ponerme a tocar la guitarra me soluciona la existencia. La música para mí es más que una afición. Los bares para mí son templos, son catedrales. Cuando cierran un centro cultural siento lo mismo que un fiel al que le hubieran cerrado su iglesia.
“Ya conocen las noticias. Ahora, les contaremos la verdad”. Así arranca el Gran Wyoming cada día en El Intermedio, un programa que analiza la actualidad desde un punto de vista ácido, cínico y contundente.
‘El Intermedio’ está  batiendo récords de audiencia, y subiendo, ¿a qué cree que se debe?
Creo que es una mezcla de varias cosas: la cosecha de un trabajo de mucho tiempo, el descontento social y que la gente busca programas de contenidos que le den cierta credibilidad. Damos por hecho cosas que no son admisibles en una democracia. La maniobra del Gobierno con la televisión pública es algo que en Europa no se consiente: todos los que no son ‘adictos’ al Gobierno, a la calle. No existen espacios críticos en toda la televisión pública, es ridículo. Por eso los programas críticos se convierten en referencia. Debería haber veinte comoEl Intermedio.
¿No los hay por miedo, quizás?
No, por orden de la autoridad competente. La gente no tiene miedo, la echan a la calle. El problema es el desprecio: lejos de felicitarles por haber multiplicado la audiencia, no tuvieron la deferencia de avisarles de que se iban a quedar sin trabajo, simplemente no les renovaron el contrato. Así es el autoritarismo, el despotismo, sin más. Y el 80% de la gente que echaron a la calle de Radio Nacional era de centro, trabajaba para los ciudadanos. Es lo mismo que ocurre en Telemadrid: llevamos años y años pagando el órgano de propaganda de un partido, o más bien, de una señora. Es horrible. 
¿Y qué ocurre con las cadenas privadas?
Ocurre que la libertad de información no es real, ni la libertad de expresión, que significa que uno puede dar su opinión sin consecuencias. Y en España las tiene, y muy duras, eso es una vergüenza. Por eso tampoco tenemos una democracia real.
¿Le anima ver que la gente le está respaldado con la audiencia?
Totalmente, me alegro por el equipo y por el programa, donde solo soy el presentador, no decido sobre los contenidos ni sobre los guiones. Pero también me alegro porque se crea una relación afectiva con la audiencia muy importante. Estos programas con contenido son más difíciles de instaurar en la parrilla, pero una vez que se han posicionado siguen creciendo.
¿No tiene ningún peso en los guiones?
Yo suscribo la línea editorial, eso sí, parece un programa hecho a mi medida, y la gente lo identifica mucho conmigo, pero en realidad solo soy el presentador. Pero nos entendemos, y a veces discutimos cosas.
¿Por qué siente ese impulso de luchar contra la injusticia?
Este es un país que me duele, como decía Unamuno. Haber llegado a esta situación es algo premeditado y estratégico. La democracia está totalmente deteriorada, se está hundiendo desde arriba, con un latrocinio generalizado. El mapa de corrupción de España es absolutamente impresentable. Todas las comunidades de España tienen problemas de corrupción y los municipios se cuentan por cientos y cientos. Cuando se habla de la imagen de España, diciendo que las manifestaciones y las huelgas hacen daño… No sé si es que el cinismo ya no les cabe: un hecho que yo constato cada vez que salgo de este país, es que este es un país de mangantes.
¿Cómo se podría solucionar?
Aquí la justicia tiene que echarnos una mano a la ciudadanía, tiene que poner orden. No es de recibo que una red como el caso Gürtel, en el que hay decenas de miles de folios de fechorías, lo único que se haya saldado es con la expulsión de la carrera judicial de la persona que ha investigado esa trama. Pasamos por alto muchas cosas. Somos el único país en el que los partidos se financian ilegalmente. Yo por supuesto me indigno y siempre que tengamos una ventana para contarlo, lo vamos a contar. 
Hay gente que piensa que es un radical de extrema izquierda. ¿Lo es?
Sí, mucha gente lo dice, pero lo cierto es que cuando hablo ni siquiera digo lo que pienso; lo que pienso es muchísimo peor. Lo que digo es la sensatez pura y dura. Esto es lo que pensaría cualquier hombre de derechas en cualquier país centroeuropeo. Nos comparan con Alemania, cuando en Alemania han quitado al ministro de Defensa porque copió en la Universidad. Y con el caso Bankia no va a pasar nada, con todo lo que han falseado sus cuentas. Esta es la desgracia de nuestro país, que vamos a estar pagando durante muchísimo tiempo. Eso de que hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades es una mierda, el problema es lo que han robado los de arriba. El liberalismo económico es una auténtica estafa: cuando se eliminaron los controles del mercado financiero hace unos años, comenzó una gran estafa que ha hundido a muchísimos estados, entre otros España. Han dejado el paso abierto para que todo el que quiera robar lo haga con impunidad.
¿Siente la responsabilidad de denunciar todas estas cosas?
Nosotros damos un repaso a los medios y hacemos una visión crítica de cómo se cuentan las cosas. Y realmente es alucinante cómo existe un coliseo mediático, de trama de información, para ocultar lo que está ocurriendo y para dar la razón a los que están robando. Esto lo tiene que decir alguien, ojalá otros medios también lo dijeran. Mira lo que ha pasado con la sanidad. Los médicos no van a consentir que una serie de señores, entre ellos el marido de la señora Cospedal, se lucren con este cambio en la sanidad, y con su trabajo. Cualquier trasplante de médula en Estados Unidos vale dos millones de euros. Aquí son gratuitos.
¿Se siente en una isla ideológica en La Sexta, con total libertad para decir lo que piensa?
Sí, es una isla ideológica dentro de los medios, pero no en la sociedad, porque la mayoría de la gente piensa como nosotros, lo que pasa es que la masacran cuando sale a la calle a defenderlas. Se está desvirtuando todo. Te pondré un ejemplo: ahora están estudiando privatizar el metro de Madrid. ¿Alguien se imagina que El Corte Ingles nombrara a un administrador, y este vendiera la empresa a un amigo?  Pues eso es lo que están haciendo con nuestro patrimonio. Los túneles del metro los hemos pagado los ciudadanos; las vías, los alicatados, los vagones, las taquillas, todo. Y lo siguiente es el Canal de Isabel II. No hay derecho a que, porque uno tenga mayoría absoluta, coja ese patrimonio, que es nuestro, y se lo venda a un colega. Telefónica, que era la primera empresa de este país en facturación, se vendió al señor Villalonga, compañero de pupitre de Aznar; Repsol se vendió al señor Cortina, íntimo de Aznar; Argentaria, a otro íntimo de Aznar, Francisco González… ¿Dónde está aquel dinero? Ya se gastó hace mucho. ¿Qué beneficios ha traído para los ciudadanos? Ninguno. ¿Cómo nos vendría que tuviéramos ahora una red de teléfonos pública para pagar pensiones y tapar agujeros? ¿Ha aumentado la competencia y han bajado los precios de la gasolina, como nos prometieron, por haber vendido Repsol? Es mentira, están condenados sistemáticamente por el tribunal de la competencia por ponerse de acuerdo para subir los precios. 
¿Dentro del programa tienen alguna clase de cortapisas?
No, no, jamás nos han dicho nada, pero es que por desgracia este es un país que da muchísimo juego. Todos los días nos sobra contenido. Es triste, pero es verdad. Me estoy acordando de una: el primer moroso en impagos de comunidad de vecinos es la banca, todos los pisos que desahucian no pagan comunidad de vecinos. Y saben que como jurídicamente reclamarles implica un proceso muy largo… ¿Cómo van a exigir el pago de nada, si son los primeros que no pagan? Así vivimos.
¿Cree que da más juego un partido conservador en el poder o da igual quién esté en el Gobierno?
No, no da igual. No tiene nada que ver, además esta derecha se diferencia de otras derechas democráticas de Europa por su especial crueldad. No vienen de la socialdemocracia ni de la democracia cristiana, vienen del fascismo que tuvimos aquí durante 40 años. Poner el poder en sus manos ha sido un auténtico suicidio, pero eso es lo que la gente ha decidido… Algún día saldremos de la crisis, por supuesto, pero ¿qué va a haber aquí detrás de la crisis? Lo malo no es la crisis sino lo que van a dejar con la excusa de la crisis. La diferencia con otros años de crisis que he vivido es que antes los pobres eran los que no tenían trabajo, ahora son pobres hasta los que están trabajando, y no llegan a fin de mes. Nos estamos convirtiendo en un país del tercer mundo, laboralmente hablando, muy goloso para las multinacionales.
Le han llovido muchas críticas, ¿cuál es la que más le ha dolido?
Bueno, muchas críticas y alguna que otra campaña. Sí, se paga un precio: hace unos días se dijo que Hacienda me reclama 910.000 euros. Es totalmente falso y esa campaña incluso está mal hecha, porque me ponen al lado de Jiménez Losantos, como queriendo decir: “que conste que no es una campaña personal, por la ideología”. Si Losantos tiene problemas con Hacienda lo desconozco, en mi caso no es cierto.
¿De dónde ha salido esta noticia?
No lo sé. Hace dos años tuve que pagar un dinero, y lo pagué. No es noticia, ni viene a cuento, y menos esa cantidad, que es un disparate. A mí no me han mandado ninguna carta. Es más: soy yo el que tiene un recurso puesto a Hacienda porque me hicieron mal las cuentas, desde nuestro punto de vista. Pero eso sale en un diario digital y todos le citan, se montan tertulias, y eso se queda en Internet para siempre.
¿Cree que es una represalia directa?
Desde luego no es una noticia.
¿Vive con el miedo a las represalias o las amenazas?
No, pero a veces es complicado.
¿Teme que le lleguen a cerrar el programa?
Espero que eso no ocurra, porque a fin de cuentas lo que hacemos esta dentro de la legalidad, pero no puedes vivir con ese temor.
¿El hecho de mostrar las cosas como son puede llegar a suponer un peligro para la gente en el poder?
No, la gente en el poder goza de una impunidad total porque hay un sector de la ciudadanía que les ampara.
¿Se ha planteado alguna vez marcharse a otro país?
No me lo planteo porque tengo hijos; si no, es muy probable. Puede que antes España fuera el mejor país para vivir, ahora es el mejor país del que marcharse. Hay cosas que se me hacen absolutamente insoportables, como que suba el voto de los partidos corruptos en los municipios donde ha habido corrupción. Ya no echo la culpa a los gobernantes, sino a los que los sustentan.
Una de las señas de identidad del programa son las acompañantes femeninas, ¿es usted quien las escoge?
No, yo no escojo nada. Los colaboradores, tanto femeninos como masculinos, son una suerte que me han tocado. Hay una persona que se llama Miguel Sánchez-Romero que es el que hace todo en ese programa.
Mucha gente sabe que es músico pero pocos que fue médico. ¿Cómo ha llegado hasta aquí?
Es muy sencillo: yo no dejé la medicina, fue la Medicina la que me dejó a mí. Trabajé un poco como médico, pero había mucho paro entre los médicos y me salió trabajo como artista. 
¿Qué le aporta la música en su vida?
Es un desahogo, mi alimento espiritual y vital. Aparte de la televisión, lo que más satisfacción me da en la vida es tocar en los bares. El hecho de llegar a mi casa y ponerme a tocar la guitarra me soluciona la existencia. La música para mí es más que una afición. Los bares para mí son templos, son catedrales. Cuando cierran un centro cultural siento lo mismo que un fiel al que le hubieran cerrado su iglesia.

Atención Spoilers

/ miércoles, diciembre 05, 2012 /
Estoy triste, y esto es asín. Poca gente lo sabía hasta ahora, pero ya está al alcance de cualquier Quijote que aparezca por aquí buscando gigantes y se encuentre conmigo. Llevo varios días tristes, días que poco a poco se han convertido en más de un año. Ya he perdido la cuenta. Es una tristeza pasajera, tan pasajera que no sé ni dónde va ni cuándo se piensa marchar. De normal estoy bien, ojo, sólo que esta tristeza viene y se va cuando gusta. De normal este sería un post de auto-compasión, pero ni lo es ni pretendo dar pena a nadie. Escribo esto pensando que es una página más de mi diario virtual -virtual, esa palabra que hoy sigue sonando a los ochenta- que me ayuda a relajarme y a contar un poco mi vida.
Sinceramente, no sé por qué estoy triste. Me vanaglorio pensando en lo bien que estoy, en cómo me va la vida y lo bien que me lo paso con mis amigos que fiesta sí que hoy toca cena y mañana si eso un cine que es más tranqui. Tengo pareja estable desde hace más de 4 años y lo paso realmente bien a su lado. También tengo trabajo, varios trabajos a decir verdad. Que igual es eso lo que me estresa, ¿sabes? noséyaveré. Me di cuenta hará pocos días, cuando me vino un halo de luz desde mi ordenador mientras se cerraba inesperadamente el Photoshop que me iluminó como la luz esa del túnel que se supone que hay que seguir, esa que te recuerda toda tu vida como si fuera una película. Algo con lo que nunca he estado de acuerdo, siempre he pensado que la vida es más una serie de televisión. Tienes capítulos buenos y capítulos malos. Tienes extras que entran y salen de la trama. Otros se quedan y algunos son despedidos forever. Tienes historias cortas que sirven para rellenar cada capítulo y no perder audiencia, haciendo tu vida un poquito más interesante. Y mientras de carrera de fondo tienes una gran historia que es el final de la serie, la que le pone nombre, la que es tu The End particular. Total que llegué a ver la última temporada de mi vida. Que no está del todo mal, no es la novedad que presentaba la primera temporada pero no llega a cansar tampoco. En esta temporada me vi durante toda su retransmisión como si estuviera fuera de mi personaje. Llegué a fijarme en que hacía cosas sólo por el hecho de impresionar a la gente, muy del estilo de las Social Media (o Social Mierder como las llaman ahora). Aún así después de todo este "Previously on" no pude enterarme de nada. Ni sé por qué estoy así ni sé que ha ocurrido para que haya desaparecido mi esencia durante todo este tiempo. No he dejado de preguntarme por qué ha podido pasar esto, y la moraleja es que deje de pensar. Probablemente si no he encontrado nada es por que no lo hay. Y simplemente estoy triste, que también puede ser. No hay que estar siempre de buen humor, coño. Puede que esté esperando ese proyecto tan interesante que todos los diseñadores esperamos, pero mientras sigo con mis trabajillos con los que me siento muy a gusto.
Vamos a darnos un poco más de tiempo para ver si toda esta trama llega a alguna parte y tan sólo es un cliffhanger de la gran sorpresa que me espera en esta nueva temporada. Porque de eso estoy seguro. Ya es hora de tomar de nuevo las riendas y hacer de esta una serie que merezca la pena, a lo HBO.
 
Copyright © 2012 El Increíble Hombre Estufa, All rights reserved
Design by DZignine. Powered by Blogger