Historias de una Casa IV y final

" Mi casa dio de comer y beber a más de un pueblo durante muchos años. Aquellos años de la inmigración toda persona que vino a Torrent reconoce haber estado en la casa y la nostalgia con la que me lo cuentan todas estas personas hacen que me enternezcan, porque me dicen que tuvieron una casa que les acogió lejos de sus tierras y hogares.
Todos ellos contándome como comían y dormían entre los animales y carros que allí estaban, y lo bien que estaban. Hablando de mi familia como si formaran parte de ella, como si fuera de ellos.

Seguí pues mi andadura en este negocio haciendo en años posteriores otra reforma.
Me casé con Isabel Morales Sánchez, teniendo tres hijos: Estefanía, Alberto e Isabel.

Al poco de nacer esta última tuvimos la noticia de una expropiación forzosa por parte del Ayuntamiento para la ampliación de un cruce.
Esto me hizo pensar en el cambio, pero nuevamente me vino el gran peso y responsabilidad de "Casa el Chesús". Pasándome por la memoria los últimos años de mi padre, en el que me dijo: "Cuida de tu madre y de tu casa".

Así que me puse manos a la obra y compré 50 metros más hacia abajo, dirección al puente, la casa en la que hoy está Casa el Chesús nº 104."